Estamos encantados de darle la bienvenida a la Iglesia Episcopal de Todos los Santos. Somos una comunidad de personas diversas. Creemos en honrar a todas las personas, independientemente de su edad, raza, etnia, cultura, identidad de género, orientación sexual, capacidad física o mental, o condición económica.
En Todos los Santos, nos comprometemos a vivir nuestra fe y a luchar por la justicia y la paz entre todas las personas. Como misión de la Diócesis de Nueva Jersey, de la Iglesia Episcopal y de la Comunión Anglicana mundial, somos plenamente sacramentales y siempre reformadores. Honramos nuestros votos bautismales y creemos en el respeto a la dignidad de todo ser humano.
Ofrecemos una variedad de servicios de culto, programas educativos y actos comunitarios para personas de todas las edades e intereses. Le invitamos a unirse a nosotros y experimentar juntos la Buena Nueva del Evangelio. Nuestras puertas están abiertas y nuestra acogida no tiene límites.
Si tienes alguna pregunta o quieres saber más sobre nuestra comunidad, ponte en contacto con nosotros. Esperamos conocerte y compartir juntos el amor de Dios.
Porque así como el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, aunque muchos, son un solo cuerpo, así también sucede con Cristo. – 1 Corintios 12:12 (NRSV)
Iglesia Episcopal de Todos los Santos
QUIÉNES SOMOS
En qué creemos
En Todos los Santos, creemos en un Dios amoroso e inclusivo que creó todas las cosas y sigue estando presente en el mundo. Afirmamos la belleza y diversidad de la humanidad, reconociendo que cada persona está hecha a imagen de Dios y merece dignidad y respeto.
Nuestra misión
Tomando a pecho las palabras de Cristo, y compartiendo el amor de Dios con nuestro prójimo, atendiendo a todos los necesitados, física y espiritualmente.
Nuestra Comunidad
En All Saints creemos en el poder de la comunidad, en que juntos podemos lograr más de lo que jamás podríamos solos. Nos reunimos como una congregación diversa, que abarca a personas de todos los ámbitos de la vida, orígenes y creencias, unidos por nuestra fe común en Jesucristo.